viernes, 28 de enero de 2011

La resignación es el suicidio cotidiano.

Hoy me veo mejor. Estoy cómoda, e incluso me pruebo esos vaqueros tan ajustados que no me atrevía a ponerme y acumulaban polvo en el armario. Llevo la cabeza alta. Hoy sonrío. 
Me siento mejor que otros días. Está surtiendo efecto. 

Pero entonces,tonta de mí, lo hago. Tecleo su nombre en el Tuenti. Distraída, sin darle mayor importancia. Una foto. Otra. Un par más. Son banales. Fotos simples. Sencillas. Divertidas.
Pero de pronto me doy cuenta. Vuelvo al principio. Las veo. Me fijo.
Yo no soy así. Comienzo a obsesionarme y voy pasando las fotos rápidamente. Buscando fotos de cuerpo entero. Pero aunque las paso rápidamente, las observo detenidamente. La cara. La ropa. La tripa. Las piernas. Los brazos. El pecho. Fotos con camisetas cortas. Pantalones ajustados. En bikini. E incluso en ropa interior.
Totalmente enloquecida escribo otro nombre. Miles de fotos. Miles de fotos que me atrapan. Sin poder evitarlo me miro. Voy al espejo. Me levanto la camiseta. De perfil, de frente. No. Yo no soy así. Nunca lo voy a ser. 

No puedo evitar pensarlo. Son tan perfectas. Siempre bellas. Siempre deseadas. Siempre serán ellas. Y solo alguna vez, tú. Siempre y cuando ellas no estén, por supuesto. Son el centro de toda mirada. El centro de atención de allí donde pisan. Siempre han sido así, y ¿tú soñando?. Estúpida. Aprende un poco. Acepta tus limitaciones. Dilo. Sí, son mejores. Sí, nunca las alcanzarás. Cuanto antes lo reconozcas, mejor.

La gente te dirá que un cuerpo no lo es todo. Te dirán que como persona eres mejor. Que eso es lo que cuenta. El interior. Que eres bella. Que gustarías a cualquiera. Que todos nos haremos viejos. Gordos. Arrugados. 

Pero al fin y al cabo, la gente, siempre miente.

martes, 25 de enero de 2011

Un sueño. Un camino.

Fracaso.
Me lo propongo. Lo intento. Fracaso, y me rindo. Me decepciono. Y me hundo. Pero vuelvo a proponermelo.
Y así una, y otra y otra vez. Intento tras intento. Fracaso tras fracaso. Sigo. Pero cada vez con la cabeza más baja. Con las metas más pobres. Con sueños roídos por las decepciones.

Nunca es sencillo encontrarse sus propias limitaciones de frente. Y mucho menos reconocerlas y admitirlas. Pero el ser fuerte también depende de ser consecuente con nuestros limites.
Pero a parte de fuerte hay que ser valiente. Y no solo enfrentarlas. Hay que mirarlas a los ojos y proponerse superarlas. Es más conseguirlo.

La vida no sería vida sin obstáculos. Sin problemas. Si no hubiese dificultades, no tendríamos metas.
Lo bonito de los sueños es perseguirlos. Una vez alcanzados la felicidad dura un segundo. Y lo que te queda es el camino que recorriste para disfrutar ese segundo.
Superar las dificultades. Salvar los obstáculos. Superarnos a nosotros mismos es lo que nos hace sentir realizados. Romper con las ideas que el resto tiene de nosotros. Destacar. Brillar. Por un día. Por un segundo. Y poder decir alguna vez "Yo perseguí mis sueños, y los realice". Y poder levantar la cabeza alta, después de haberla bajado tantas veces ante tantas desilusiones. Ese es mi objetivo : Ser quien quiera ser. Pero sobre todo algún día poder decir: Estoy orgullosa de ser quien soy, de ser Carmen de las Heras Coloma.

domingo, 23 de enero de 2011

Por tí.

Antes se lo insinuaba. Llegué a pedirselo directamente. Pero hoy ya se lo suplico. Y eso, no es nada bueno.

No debería ni ansiarlo. Debería salir de él hacerlo. No debería tener esa necesidad, debería estar cubierta. Debería ser algo natural en él cubrirla. Algo espontáneo, no fríamente estudiado.

Igual no te equivocabas tanto y él, no es como tú. Bueno, tampoco es que quiera que él sea tú. Supongo que lo único que quiero es sentirme como me sentía contigo. Continuamente querida, sin malentendidos que me hagan dudar, segura, a salvo... Pero igual eso fue lo que nos mató. La rutina, el constante tira y afloja de haber quien hace más caso al otro. Ahora esta claro que papel juega cada uno. Supongo que es una visión subjetiva. Pero no es solo la mía, es la de más gente, al parecer.

Objetivamente, tal vez necesite más atención que el resto de personas. Lo admito. Tal vez necesite la seguridad de que no me van a abandonar. Soy capaz de reconocer que algunas cosas marcan, y que en concreto a mi me ha marcado una. Por eso soy tan constante con las personas, tan agobiante. Por eso odio sentirme así. Porque necesito cierta constancia, cierto agobio, es raro, pero es así.
Y duele. Duele que la persona que quieres no sea capaz de darse cuenta que ese miedo al abandono que te invade, violando tus pensamientos cada noche, y que es eso lo que al final desgasta el amor, y lo convierte en reproches. En cuando estabmos juntos tú hacías o dejabas de hacer. Me decías o dejabas de decir... No quiero que nuestra relación termine en odio, en algo que terminemos por olvidar, o por recordar con cierto resquemor o arrepentimiento pasado. Quiero que seas ese amor que no se me olvide. Que no quiera olvidar. El primero. El último. Te quiero y quiero sentir que tú también me quieres.
Se que exijo demasiadas antenciones, se que soy dificil de satisfacer. Imposible de entender. A veces insoportable, a veces ideal, a veces irritante.
Posiblemente la mitad del tiempo no me soportes y la otra mitad me ames. Pero esque soy así. De pronto previsible, de pronto inesperada. A veces detallista. A veces desconsiderada. A veces coherente, y de pronto bipolar. Se que tengo mil ideas en la cabeza que no consigo expresarte. Se que no entiendes porque soy tan impulsiva, tan desacabellada. Se que a veces no te doy tiempo ni a pensar, o a explicarte. Se que a veces adelanto acontecimientos. Se que soy irritante y aniñada. Se que me mandarías a la mierda muchas veces y mereciendolo, y se que no lo haces. Se que soy desordenada en sentimientos y sensaciones. Que no se discernir mis cosas personales, con los estudios y en muchas ocasiones contigo. Se que soy escandalosa, celosa y obsesivamente posesiva. Y con todos estos defectos y más te digo y te aseguro que como te quiero a tí, no creo haber querido a nadie. Porque al estar contigo me doy cuenta de que tengo defectos y los quiero corregir, por tí. Porque como dijo Jack Nicholson, en Mejor imposible, "Tú haces que quiera ser mejor persona" Y eso es lo más bonito que nadie mha despertado en mí jamás.

jueves, 20 de enero de 2011

Nuevo amanecer...

Nueva hoja. Incluso nuevo cuaderno.
Ahora lo vivido pasa a ser el ayer. Paso a olvidar toda aquello oscuro, y empiezo a contruir poco a poco mi presente, y a dibujarme el futuro.
Vuelvo a tener metas, sueños, hasta inquietudes. Sonrío. No mucho, pero es un comienzo.
Aquí tengo una oportunidad. Ahora tengo los bolsillos vacios de dinero, pero la cabeza llena de proyectos. Tal vez no hoy, tal vez no mañana. Pero un día, no muy lejano, lo tendré.
Tendré el valor que me ha faltado, y lucharé. Levantaré la cabeza, llegaré lejos y cerraré las bocas que con tanta envidia me mordían.
Tendré la confianza que necesito para decirme "puedes", para jurarme un triunfo, para prometerme un porvenir.
No, no soy brillante, ni inteligente. Ahora mismo no destaco, no brillo, no soy nadie. Reconozco que estoy estancada en un punto muerto. Pero se que saldré. Trabajaré y destacaré. Seré alguien, porque no lo sabíais, no lo esperábais, pero vuestra envidia, alimenta mis ganas. Saldré adelante, con orgullo y dignidad, sin agradecerle nada a nadie, sin temor y sin balbudeos, hoy me he despertado, y no voy a dormirme más.