No espero que sepas lo que es. Que sepas lo que se siente. No espero que lo entiendas. Que lo aceptes.
Eres demasiado perfecta. La vida no te trató bien. Y aún así, saliste adelante, salvando todos los obstáculos que trataron de hacerte caer.
Y ella, con una vida tan dura. Pero es una superviviente. Es valiente. Inteligente. Tan exuberante. Con estudios, trabajo, amigos. Es fuerte. Independiente.
Sin embargo yo...
Siempre sentí esa diferencia física tan enorme. Yo, rubia, ojos verdes, pálida, ancha de huesos y de complexión ancha también. Era pequeña, no me daba cuenta. Fui creciendo. Empecé a dudar. Ella bromeaba con que no pertenecía a vuestra familia, con que era adoptada. Quizás no se daba cuenta, pero dolía.
Pero, ¿y ahora?. Para mí no hay fuerza. No hay inteligencia. No hay velentía. No hay coraje. Tampoco hay futuro.
Se me recordará como aquel alma en pena. Llena de problemas. De dolor, de dudas. Que vagaba absurda.
Yo, la debil. Yo, la pequeña.
¿Sabes que es sentirse insignificante?¿Loca?¿Incomprendida? No esperaba que lo supieras, en fin, en tu perfección no caben mis defectos.
Un día...Solo espero un día, poder llegar a ser eso de lo que te sientas realmente orgullosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario