martes, 10 de mayo de 2011

La fortaleza reside en la resignación.


Hay que ser fuerte para afrontar el fracaso.
Y fuerte para tratar de evitarlo.
Hay que ser fuerte para luchar por causas perdidas, pero también hay que ser fuerte para asumir que puedes perder la batalla.
Si, luchaste. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Y pierdes la cuenta. Y no eres capaz de acordarte de los intentos. De cuantas veces has luchado por lo mismo, cegada por un sentimiento, que ahora ves absurdo.
Has hecho todo. Absolutamente todo lo posible. Y sin embargo... nada ha cambiado.
Hay que ser fuerte no solo para fracasar, no solo para luchar, no solo para seguir, no solo para perder. Hay que ser fuerte para saber cuando abandonar, cuando darse por vencido.
Ser fuerte es comprender tus límites, aceptarlos. Es asumir que lo imposible, es imposible para todos, y no empeñarse en atravesar un muro de hormigón.
Ser fuerte es ponernos metas a nuestro alcance, es asumir que aquellas que ansiamos y son imposibles, son imposibles y punto. Ser fuerte es intentar alcanzarlas, y si no lo conseguimos la fortaleza es quien nos dirá para.
Ser fuerte es resignarse. Ser fuerte es aceptar tus virtudes y amar tus defectos. Ser fuerte es conocerte tal y como eres y darte a conocer así. Eso, amigos mios, es ser fuerte.-

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo.
    Me gusta mucho tu blog, y ésta entrada en especial =)
    Sigue siendo fuerte =D

    ResponderEliminar